martes, 14 de abril de 2009

Abominoplastía

Así llama a la abdominoplastía un amigo médico anestesista. La bautizó así por los riesgos y el dolor que conlleva esta operación de cirugía estética. Cuenta que la faja post operatoria se la ponen a la paciente cuando está con anestesia, porque si no los dolores son realmente terribles. Pero, el dolor no es ni ha sido impedimento para que más de una decena de amigas y conocidas hayan recurrido al bisturí para recuperar la talla S. La última fue Vanessa, una vecina cerebro XS cuya única obsesión es el gimnasio, el pelo y las arrugas y quien este verano se exhibió por toda la playa con un diminuto bikini y mostrando un abdomen que ya una de 15 lo envidiaría. O mejor dicho, que su hija y la mía envidian...

En mi caso, y luego de sentirme pésimo en mi cuarta cesárea juré que no iba a caer en la tentación del quirófano, pero cuando veo que arriba de la cicatriz la grasa forma un relieve sinuoso dudo y siento envidia por las que han tenido las ganas y los pesos para sacarse la grasa que sobra. Pero también filosofo y pienso que las cesáreas y la guatita son lo que son: el paso del tiempo no más.

Bueno, mientras escribo y siento que mi abdomen forma dos olas poco agraciadas, que tal como dice Arjona, los abdominales no pueden sacar, comenzaré a juntar unos pesos para alisarme el abdomen a la fuerza del bisturí. Total- dice el dicho-para ser bella hay que ver estrellas y si se tienen cuarenta

1 comentario:

  1. Historias muy divertidas y actuales y por sobre todo, realistas. Quién no ha sentido nunca relieves molestos que buscan ser destruidos ?
    Abdominales, medio pomelo en la mañana, 100grms. de chocolate amargo, abdominales cortos, mil y un recetas para lo mismo ( ninguna con resultados efectivos, lamentablemente ).
    Muy entretenido!! que vengan MAS historias !

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